Pese a su protagonismo a nivel mundial, los QR aún tienen dificultades en América Latina debido a que la población cuenta con celulares de gama media y baja.

Sebastián Montes – smontes@larepublica.com.co

Los códigos QR (quick response barcode) se han convertido en una herramienta que ha desarrollado diferentes usos en industrias como la publicidad y los medios de comunicación, tal como lo ha hecho LR en el último mes. Sin embargo, compañías como McDonalds e incluso el Central Park de Nueva York lo han empleado como un aliado útil tanto en temas didácticos como lúdicos.

En el caso de la cadena estadounidense, los QR han sido empleados en las tapas de sus comidas y bebidas para que los clientes puedan ver el valor nutricional de cada uno de sus productos.

Con respecto al Central Park, esta herramienta fue el mejor aliado de la campaña ‘World Park’, que tuvo lugar durante el Arbor Day celebrado en 2010. En dicho año se posicionaron varios códigos QR alrededor del parque para crear un juego interactivo en base a preguntas referentes a la localización exacta de cada uno de ellos.

Otras empresas que le han sacado provecho a esta herramienta han sido Google con su iniciativa ‘Google’s Favourite Places’ donde se identificaron hasta 100.000 negocios en EE.UU. como sitios favoritos de la compañía a través de los QR. Además, Macy’s los utiliza para informar a los clientes sobre cómo usar las prendas que están comprando.

Para el experto en tecnología y marketing digital Santiago Roldán, las empresas podrían sintetizar “muchos procesos de marketing” si decidieran traspasarlos a QR code.

“Hay muchas posibilidades. Por ejemplo, para hacer monitoreo a empresas de promoción, mapas de georreferenciación, o aplicar el uso de los QR a que las tiendas ofrezcan servicios de conectividad libre a los usuarios”, agregó.

No obstante, mencionó que en Latinoamérica “se ve afectado el uso del QR” a pesar del protagonismo que ha ganado a nivel mundial. Esto, debido a que la población tiene normalmente el dominio de smartphone gama media o baja cuya cámara web no interpreta de manera efectiva ese tipo de códigos.

“Lo que se requiere es un proceso de sensibilización de como las personas pueden interactuar con ellos, ya sea con apps o con una motivación adicional para escanear ese código”, añadió Roldán.

Otras actividades que emplean el uso de códigos QR incluyen la realización de pagos de diferentes productos y servicios, e incluso donaciones para recaudar fondos. En estos casos, los aportes llegan a una página de contribución.

Los diferentes componentes que habilitan el uso de un código QR

Para que esta herramienta funcione, cuenta con distintos elementos que cumplen funciones específicas. En primer lugar está la información de la versión, que identifica la versión del QR. Posteriormente está el formato de la información, que almacena datos sobre el nivel de corrección de errores y el patrón de enmascaramiento. También están los datos de corrección de errores y los patrones requeridos, donde se incluyen posicionamiento, alineación y tiempo, que no pueden ser cubiertos o dañados.

Fuente: La República